viernes, 19 de marzo de 2010

Del insomnio y otras peripecias!

Me considero una persona bastante nocturna, me gusta la noche, y la verdad ya no se porqué,puede ser porque de noche me concentro más para trabajar, o tal vez será porque he tenido insomnio durante tanto tiempo que ya me acostumbre a la idea...recuerdo que en un principio: conté borreguitos, tomé baños calientes, té relajante, una hoja de lechuga bajo mi almohada, música con fondo de delfines, incienso, etc, etc, y miles de consejos prácticos y caseros, como eso de "poner la mente en blanco" (si alguno de mis dos lectores lo ha logrado...favor de informarme como se le hace), yo nunca he podido, las veces que lo he intentado (y eso que hasta emito el característico sonido de los yoguis) me descubro inmediatamente divagando en preguntas tales como: ¿Qué ropa me voy a poner mañana?¿Cerré bien mi carro? ¿Cuando es el cumpleaños de perengano? ¿Cuánto costaba aquel hermoso par de zapatos?, o en situaciones tan disímbolas como. El calentamiento global o el último capítulo de TBBT, en fin! eso de poner la mente en blanco no es lo mío.

No se si alguna vez les ha pasado (y si no les ha pasado, seguramente alguna vez les sucederá [En mi caso con bastante frecuencia] ) que, llegas a casa después de un arduo día de actividades, decides tomarte un tiempo para ti, te desmaquillas, haces todo el ritual previo a dormir, te acuestas en tu deliciosa cama, pasan quince minutos mas o menos, cuando descubres que ¡No puedes dormir! primero por el foquito del cargador de tu celular, que brilla como una hermosa mañana de mayo justo en tu nariz, ok, te levantas, lo desconectas y regresas a tu cama con la esperanza de conciliar tu ansiado sueño, pasa otro tiempo similar, y entonces te das cuenta que tienes el sentido del oido a cien, escuchas claramente la gotera de la llave de tu baño, aun así insistes en dormir, pero inmediatamente viene a tu mente la escasés de agua ahhh y aquel power point que leiste hace poco tiempo referente al tema, y te dices a ti misma "que poca, che inconsciente" ok te levantas y resuelves el asunto del agua, para esto ha pasado otro tiempo considerable, regresas a tu cama, cuando pretendes encontrar al escurridizo Morfeo resulta que, suena tu mugre celular con la alerta de que se está descargando y se niega a morir.....horror!!!!!, te levantas (no sin antes mascullar un par de maldiciones) lo apagas, intentas reposar nuevamente, sin éxito por supuesto, en esta ocasión porque el tic tac del reloj de la sala te retumba como bomba en la cabeza, te enrollas la almohada al rededor de la choya, y disminuye considerablemente el ruido, das gracias a la corte celestial, y ahora si vas por el objetivo....dormiiir!!! pero oh oh! tienes la garganta mas reseca que el desierto de Juárez, te repites mentalmente que puedes tolerarlo, lo intentas unos minutos, pero la sed ya te provocó un poco de tos....y sin proponértelo, tu mente ya viajó a aquella noticia que leiste en un diario local en el que se relataba con lujo de detalles, acerca de una persona que murio de sed en el desierto... está bien! te rindes ante esta sucia jugarreta mental!, vas a la cocina por el ansiado vaso de agua, a fuerza pasas por la sala, es inevitable voltear a ver la matraca esa que cuelga de la pared y que hace las funciones de reloj y .... sí son las 5:15 de la mañana!!!  Rayos, a las 8:30 de la mañana tienes un desayuno.,..!!!! Esta vez regresas con una determinación digna de un atleta de alto rendimiento a la cama con la patética intención de rescatar unos minutos de sueño, pero... los gatos han decidido hacer fiesta justo en la porción de azotea de tu cuarto.....agghhh! pierdes la noción del tiempo que pasó! te quedaste dormida sin darte cuenta, y justo cuando te encontrabas en la tertulia con Jaime Sabines y Mario Bennedeti, ... suena tu despertador... por octava vez!!! siiiii ya se te hizo tarde y es un nuevo día!!!! salees hecha la m....mmmuy rápido, para alcanzar a tu cita en el restaurante, no sin antes jalar el cargador de tu cel que está sin un gramo de batería, en el camino vas pensando de que manera disculparte con la persona por el retraso,  batallas con el tráfico, el estacionamiento, esto parece carrera con obstáculos!!! y cuando llegas finalmente al restaurant, tu cita no ha llegado...! ufff respiras con alivio pides la hora son 9:15, piensas que es raro que no esté, tomando en cuenta que es una persona sumamente puntual, aún así te alegras,  ordenas un café y le pides al mesero que te permita conectar tu celular, cuando por fin logras encenderlo, resulta que tienes un mensaje de voz, en el que tu cliente te expone los motivos por los que no llegará al desayuno.... aggggghhh!!!! 

....Me sucedió ayer!!!

lunes, 15 de marzo de 2010

What the heck is wrong with the involuntary flirt!!!





La verdad es que yo solo iba por un café,  el clima estaba tan caluroso que mi cuerpo pedía un capuccino frappé a gritos!!, no esperaba encontrarme con tus ojos , estaba tan absorta en la redacción del txt  , que ordené casi sin ver, con mi  voz más cotidiana y tediosa que de costumbre… “Lo de siempre por favor!”  y solo fue cuando tu dijiste “Disculpa, ¿Qué es lo de siempre?” que me detuve a verte con atención, esa mirada y esa sonrisa amplia y perfecta,  no sé  si fue obvio, pero sentí un golpe de electricidad en mis entrañas y como se me subía la sangre a la cabeza, creo que me quedé catatónica por  unos segundos, mi voz (Ahora tartamuda y nasal) un tanto extraña solo atinó a referir  “U-un  c capuccino c-con hielitos,  sin azúcar y que bonitos ojos tienes” te diste la vuelta y me quedé pensando “que bonitos ojos tienes?” …Dios! Lo dije o lo pensé, lo dije o lo penseeeeeeé , no, no, no, lo pensé….o lo dije??? OMG!!!! Mi mirada se centró en el celular (Como queriendo escapar de mi vergüenza, fueron los 5 minutos más largos que he tenido en mucho tiempo, sentí como el color del rostro se me iba del  rojo intenso al amarillo telegrama, y de nuevo al rojo, cuando volviste con mi café, yo ya había resuelto que solo fue un pensamiento aunque, aún  predominaba el rojo en mi cara, mi duda se despejó cuando dijiste “Son veinte pesos y…que bonito color tienes”, fue hasta ese momento que supe que había perdido mi cafetería favorita…pagué y salí casi corriendo… aaaaghhh!