martes, 30 de septiembre de 2008

Ciudad de angeles


Hoy camine por estas calles tan llenas de personas y tan vacías al mismo tiempo, todo es una locura, todos tienen prisa por llegar a algún lado, para alcanzar algo, y cuando por fin llegan a ese lugar, tienen que correr a otro, con tanta prisa que no disfrutan haber llegado, todas las calles saturadas de ángeles apurados, neuróticos por conseguir algo que llene ese vacío, de no se que, que ni ellos saben de que, pareciera que todos los ángeles perdieron algo, pero estaban tan absortos en su egoísmo que no se dieron cuenta, de hecho no saben que perdieron y ahora solo buscan sin saber que.

Me harte de ver calles llenas y vacías y corrí a una cantina donde me senté con dos ángeles, que por fin pararon en su loca búsqueda, solo para tomarse un respiro y continuar con ella, y no pararon de hablar, de lo que había antes, y cuanto añoraban lo que hay ahora, para después charlar de lo que hay ahora y cuanto añoran lo que había antes, y me medí sus penas y sus preocupaciones, varias me quedaron pequeñas y otras grandes, me di cuenta que no podía sentir sus penas, por que no hay penas por tallas, no hay a la medida, solo me limite a ver mis alas flacas, con tantas ganas de volar, y con tanta frustración al mismo tiempo, y entendí a las gallinas, me identifique con ellas, que irónico!!!, con alas y sin poder volar, por que no puedo??? O por que no quiero!!! O por que tengo miedo de querer y no poder, o tal vez de poder y no querer, solo me quede viendo esas alas tan desaprovechadas, busque la cadena o grillete que me atara a la Ciudad de Ángeles, y observe que no hay tal, entristecí cuando llegué a la conclusión de que esa liga es imaginaria, y pensé, porqué esa ambición de crecer se había quedado en algún sitio, que no se cual es ni en donde está, y me di cuenta que soy otro ángel extraviado, como todos los que habitan este lugar, y tuve muchas ganas de ya no ser un ángel perdido, y decidí avocarme a la búsqueda de mi ambición y comencé por hacer palpable mi experiencia con los ángeles, creo que en esta ciudad no esta la respuesta, y ya no quiero ser parte de esta falacia, este circo me esta aburriendo, esta pista que yo armé con emociones incomprensibles, y que hoy por hoy han tomado forma, o por lo menos están en camino de, por otro lado todos estos seres se han quedado tan clavados en mi vida, que casi me he olvidado de la mía, y debo reconocer que me duele su dolor, que me alegran sus victorias, y temo extrañar esta ciudad cuando ya no esté aquí. Pero supongo que para la búsqueda que voy a iniciar, eso pasará a segundo plano.

No me gustaría que la muerte me encontrara antes de haber concluido mi búsqueda, y espero que al final de ésta, tenga las agallas suficientes para hacerme una pausa y pueda disfrutarlo, antes de iniciar la próxima búsqueda. Solo deseo que mis ojos cansados recuperen la vitalidad y la cualidad de sorprenderse de nuevo, ah! Que bella forma de combatir la apatía, cuanto la extraño. Como cuando era niña y observaba al mundo con fascinación, cuantas cosas tan ordinarias ahora, pasaban como fantásticas ante mi mirada sorprendida, y desbordaban esa imaginación infantil, cada situación era una aventura, ¿En que momento me perdí de eso?

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